Cap 8: Plan Colombia y sus sucedáneos

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El futuro incierto del Plan Colombia .......................................
Obama, el Plan Colombia es la causa del exterminio .........................
Fracaso rotundo del Plan Colombia ..........................................
De Marquetalia al Plan Colombia ............................................
Plan Colombia, narco-paramilitarismo y víctimas ............................
El asesinato de campesinos, ‘falsos positivos’ y Plan Colombia .............

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El futuro incierto del Plan Colombia

sábado, 08 de noviembre de 2008

El Plan Colombia ha sembrado Colombia de más de 55.000 víctimas. No podemos seguir 'cambiando' vidas humanas por 'triunfos' que sólo muestran la aberración demencial de los gobernantes y la oligarquía.

ANNCOL

El Plan Colombia -lo hemos dicho hasta la saciedad- ha sido un total fracaso. Sus 'realizaciones' así lo demuestran y se espera que el nuevo presidente de Estados Unidos conduzca a su país cuando se posesione -como ha prometido- por la senda de las buenas relaciones con los pueblos latinoamericanos, lo cual llevará indefectiblemente a la 'muerte' del mencionado Plan. No puede haber otra solución.

Futuro incierto

Un nuevo plan militar que fracasa ante la guerrilla más experimentada -las FARC- y cuyo sustento se basa precisamente en las mismas causas que la originaron en 1964. Exclusión política, persecución y asesinato de los líderes políticos de la izquierda realmente opositora al régimen, persecución y asesinatos de los líderes sindicales y populares; exclusión social manifestada en la exclusión de importantes sectores de la sociedad colombiana de disfrutar los mínimos desarrollos sociales, como agua potable (20.000 niños mueren cada año por ingerir agua no adecuada), servicos públicos, educación, salud, etc; y la exclusión económica ya que el estado colombiano solamente legisla en favor de los potentados, los ricos, y utiliza sus corrompidas fuerzas militares-narcoparamilitares para imponerles a los pobres, el pueblo, sus nefastas y hambreadoras políticas económicas.

Por ello creemos que el futuro del Plan Colombia no es el mejor -que conste que no dije 'negro'-, por cuanto si el presidente electo de Estados Unidos enrumba a su país a una época de paz y prosperidad y no de guerra, el Plan Colombia recibirá una merecida sepultura. Porque nadie entendería que se pretenda seguir con la política de cambiar vidas humanas por 'triunfos' -falsos- contra una guerrilla que nació precisamente porque los detentadores del poder -oligarquía e imperio- desataron una guerra contra 48 campesinos y contra el conjunto del pueblo colombiano.

Los gastos del Plan Colombia

Los Estados Unidos comienzan el Plan Colombia en el 2.000 -con Andrés Pastrana en la Casa de Nariño-, y han gastado o malgastado en ocho años más US$5.000 millones de dólares. Con seguridad el gobierno de Estados Unidos sabe cuánto ha gastado realmente en el Plan Colombia, pero nos circunscribiremos a las cifras publicadas y éstas son apenas del orden de menos de 7% del total de lo presupuestado cada año para el Plan y cada día se reduce más y más si tenemos en cuenta que en el año 2003 recibió algo más de 694 millones de dólares, 661 en 2004, 674 en 2005, y hoy en el 2008 se habla que Colombia ha recibido 543 millones de dólares para el Plan.

Por su parte los gobiernos de Colombia -Andrés Pastrana y Álvaro Uribe Vélez- han respondido por más del 90% de los recursos gastados en el Plan Colombia. Por ejemplo, de esta manera Álvaro Uribe Vélez ha gastado en la guerra en Colombia 13,15 millones de dólares diarios en 2003, 15 millones de dólares diarios en 2004, 17,53 millones de dólares diarios en 2005, 18,9 millones de dólares diarios en 2006 (Datos de su primer período presidencial).

Tan demencial Plan militar y militarista ha resentido los bolsillos de los colombianos y hace mirar con ojos de desagrado la política adelantada por el régimen. Ello es demostrable con la participación del sector defensa como % del PIB que representaron en el 2000 el 4,4%, en 2001 el 4,8%, en 2002 el 5,1%, en 2003 el 5,2%, en 2004 el 5,1%, en 2005 el 5,1%, en 2006 el 5,1%, en 2007 el 5,3%, en 2008 el 6,2% y según estimativos para el 2009 del 6,7%.

Los resultados del Plan Colombia

A pesar de la enorme cantidad de dólares gastados -malgastados- en el Plan Colombia sus resultados no pueden ser más pírricos. Cada año hay discusiones y cifras encontradas entre las autoridades estadounidenses y colombianas. El balance final, publicitado esta semana, nos dice que "Desde el 2000 al 2006, los cultivos de amapola y la producción de heroína se redujeron un 50%, mientras que los cultivos de coca y los niveles de producción de cocaína se incrementaron un 15% y 4% respectivamente", dice el informe de la Oficina General de Contabilidad del Congreso (GAO por sus siglas en inglés). [Fuente BBC Mundo]

Lo que nos muestra que el Plan Colombia fracasó en el objetivo de lograr la reducción de cultivos ilícitos por cuanto es la producción de cocaína la principal droga en Colombia. Es más, informaciones de prensa dan cuenta que los narcotraficantes colombianos ganan más por la misma o menor cantidad de cocaína 'exportada' hacia países como México, país desde el cual los carteles de la droga la reenvían a USA y Europa.

Si a ello le sumamos los efectos desastrosos contra el ecosistema producida por las más de 863.503 hectáreas -alrededor de 3.45 veces la Sierra Nevada de Santa Marta- asperjadas con glifosato enriquecido desde 2002-2007, pues ya de por si es un rotundo fracaso para los colombianos. [Fuente: Informe 2008 Ministerio de Defensa]

De otro lado, las cifras entregadas por el Ministerio de Defensa en relación con los guerrilleros caídos en combate y capturados dejan mucho que desear por su inverosimilitud y muestran su más estruendoso fracaso. Según el Informe del Ministerio de Defensa 2008, desde el 2002 hasta el 2007 han sido dados de baja 11.673 guerrilleros y 30.428 han sido capaturados, lo que nos daría un total de guerrilleros fuera de circulación de 42.101 unidades.

Si la guerrilla -FARC, ELN y otras- tenían en el 2002 casi 32.775 combatientes (su número más alto de combatientes según el Ministerio de Defensa) y ese año fueron capturados y dados de baja 5.453 guerrilleros, las organizaciones guerrilleras debían tener en el año 2003 algo así como 27.322 unidades (Porque se supone que las organizaciones guerrilleras tienen más difícil el acceso de nuevo combatientes como la tiene, por ejemplo, la Fuerza Pública que basta con hacer una redada en todo el territorio nacional y repone todas las unidades 'fuera de circulación').

Pero no. Las organizaciones guerrilleras tenían según el Informe del MinDefensa 30.728 unidades en 2003. Para que la guerrilla llegara a tener este número de unidades tendría que tener una capacidad de reposición de por lo menos 3.406 guerrilleros nuevos. Y si según el Informe de MinDefensa en el 2003 la guerrilla tenía en conjunto 30.728 unidades y fueron capturados y dados de baja 8.866 guerrilleros, la guerrilla quedaría con apenas 21.862 unidades. Pero según MinDefensa la guerrilla para el 2004 tenía 27.086 unidades, cifra que no concuerda por el número de bajas y capturados revelados en el Informe MinDefensa, máxime cuando el año 2004 según MinDefensa la guerrilla perdió 8.228 unidades.

En total, entre los años 2002 y 2004 la guerrilla habría perdido 22.547 unidades entre capturados y asesinados o dados de baja según el Informe MinDefensa. Y si la guerrilla, según el mismo Informe, se ha mantenido estos años entre 32.000 y 27.000 unidades respectivamente, surgen muchos interrogantes: ¿Son ciertas éstas cifras? ¿Es tan acelerada la reposición de unidades perdidas por parte de la guerrilla? Si esta capacidad de recuperación por parte de la guerrilla es cierta, ¿por qué se da? Y si la capacidad de recuperación de la guerrilla es cierta, ¿no estamos ante un problema estructural cuya solución no parece ser posible alcanzarla con los planes hasta ahora aplicados?

Si creyéramos las cifras del MinDefensa por cuenta de la guerra entre 2002 y 2007 habrían sido 'dados de baja' 11.673 guerrillerros y si le sumamos los 'caidos en combate' de la Fuerza Pública que son 3.656, lo cual nos daría un total de 15.329 colombianos muertos por la guerra fratricida desatada por la oligarquía colombiana y el imperio estadounidense. Si sumáramos los más de 11.282 civiles asesinados 'fuera de combate' por las fuerzas militares-narcoparamilitares, tendríamos un total de 26.611 colombianos muertos durante la administración Uribe Vélez, en el desangre desatado por el Plan Colombia (sin contar las víctimas durante la administración Pastrana).

Ahora bien, los golpes propinados a las FARC por diversas circunstancias y 'actores' en sí no ha resquebrajado lo más mínimo la estructura de la guerrilla. Se da una renovación de cuadros de la guerrilla y ella de por sí entra en una nueva etapa, que se produce normalmente en cualquier organización cuando a sus posiciones cimeras llegan nuevas caras pero en general podemos decir que las FARC continuarán con su guerra de guerrillas prolongada, desgastando a las fuerzas militares oficiales, y avanzando en la organización de las bases populares (PCCC, Movimiento Bolivariano, Milicias populares, etc).

El Plan Colombia ha servido nada más que para foguear a una guerrilla que aprende cada día de la forma de operar de su enemigo de clase y nada más para continuar ensangrentando el territorio nacional y llenándolo de 'fosas comunes', masacres, desaparecidos y desplazados. Es el colombiano común y corriente la víctima de un plan militar diseñado en los centros de poder imperiales -Washington-, como lo demuestra por enésima vez la ejecución extrajudicial y la desaparición de los jóvenes de Soacha y de cientos más y ejecutado por una oligarquía asesina y unos militares imbuídos de la Doctrina de Seguridad Nacional que los ve como 'enemigos internos'.

VIOLACIONES DERECHOS HUMANOS POR ADMINISTRACIONES

1986-2006






BARCO

1986...


GAVIRIA

1990


SAMPER

1994


PASTRANA

1998


URIBE

...2006


TOTAL

Masacres


264


SD


825


2 137


500


3 724

Desaparición


500


674


1 093


4 123


1 613


8 003

Ejecuciones

extrajudicial


SD


7 865


1 386


13 839


5 155


28 245

Desplazados


360 000


297 000


835 000


1 360 000


1 025155


3940088



























Las cifras incompletas de violaciones de los derechos humanos de los colombianos está al escrutinio de todos. La sumatoria que realizamos adolece de incompletitud y también de credibilidad, pero es necesaria hacerla para mostrar el descomunal y criminal despropósito adelantado con el Plan Colombia. Si durante al administración Pastana fueron asesinados 28.408 víctimas realizadas mediante la modalidad de desapariciones, masacres y ejecuciones extrajudiciales -sin contar los 'caídos en combate' directamente-, y si durante la administración Uribe Vélez fueron asesinados 26.611 colombianos -'fuera de combate' y 'caídos en combate'-, tendríamos un total de 55.019 colombianos víctimas del Plan Colombia (eso si le damos un mínimo de credibilidad a las cifras oficiales).

El Plan Colombia fracaso irremediable

El Plan Colombia es un fracaso irremediable. Los más de 55.000 colombianos asesinados son una prueba irrefutable de su fracaso, máxime cuando la única política que tienen el régimen narco-paramilitar de Uribhitler y el imperio es cambiar vidas humanas por un fementido 'triunfo' que en ningún momento puede considerarse triunfo cuando están de por medio vidas humanas.



De cómo reoriente el nuevo presidente de Estados Unidos las relaciones con los países latinoamericanos, en especial Colombia, será el rumbo que seguirá el mundo. Guerra -ya venía por esta sangrienta senda- o Paz. Muerte o Vida. No hay un tercer camino posible. En Colombia la posición de los Estados Unidos es de suma importancia por cuanto la oligarquía narco-paramilitar y cipaya no mueve un dedo sin que se lo autorice el 'amo gringo' -amo de ellos-, y si lo quisiera en nuevo presidente estadounidense -cuando se posesione- podría enrumbar a nuestro país por la senda de la paz.

Reconforta saber que las FARC han reiterado su vocación de paz en la carta de respuesta a los intelectuales y su disposición para adelantar un diálogo con ellos y otros sectores. Estamos más que convencidos de la seriedad de la organización guerrillera y su plena disposición para avanzar en la solución política al conflicto social y armado que vive Colombia. Esta solución lógicamente que pasa por la paz con justicia social, libertad, independencia, pluralismo, democracia y soberanía nacional. No queremos la pax romana en Colombia. Queremos una paz para que los vivos puedan vivir su vida en paz.
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Obama, el Plan Colombia es la causa del exterminio

domingo, 19 de octubre de 2008

El Plan Colombia ha producido la muerte de 40.000 colombianos, asesinados por el Terrorismo de Estado que han adelantado los presidentes durante el nefasto plan.

ANNCOL

El candidato presidencial Barack Obama le dio tremenda zurra a John McCain cuando éste quiso ganar puntos mencionando a Colombia en el debate televisivo del otro día.

Dijo Obama: "Déjeme responder. Realmente lo entiendo bastante bien: La historia en Colombia ahora mismo es que los líderes SINDICALES han sido objeto de asesinato de una manera bastante consistente sin que hasta el momento haya procesados por ello.

Tenemos que apoyar los derechos humanos y asegurarnos que la violencia no está siendo perpetrada contra los trabajadores que sólo quieren organizar un sindicato". (Barack Obama, candidato presidencial por el Partido Demócrata de los Estados Unidos, Hofstra University, Hempstead, New York, octubre 15 de 2008. Cortesía de Juan Carlos Vallejo).

La verdad es que nosotros queremos precisarle algunas cositas a Obama -¿podemos decirle así?-, para que vayamos entendiendo como es que la cosa es. Evidentemente que estamos de acuerdo en que en Colombia se asesinan los líderes sindicales. Pero no son solamente los líderes sindicales los asesinados. Hay líderes comunales, campesinos, indígenas, maestros, mujeres, niños, etc, etc, que son asesinados por las fuerzas militares-narcoparamilitares del Estado colombiano. Nada más durante este gobierno han sido asesinados más de 13.000 colombianos 'fuera de combate'. Y casi ninguno de los responsables está en prisión en muestra de la otra cara del Terrorismo de Estado, la Impunidad.

Terrorismo de Estado que tiene su sustento doctrinario en la Doctrina de Seguridad Nacional (DSN) y sus desarrollos, la Doctrina del Conflicto de Baja Intensidad y los Documentos Santa Fé I, II, IV (el III no lo conocemos). Bajo estas doctrinas los gobiernos colombianos y sus fuerzas militares (armadas y de policía) adelantan una guerra contra el pueblo colombiano, la cual realizan con la excusa de guerra contrainsurgente contra las guerrillas cuando todos sabemos que las recomendaciones de los asesores militares estadounidenses (Yarbourough y demás) ya estaban dadas en 1962, antes del nacimiento de, por ejemplo, las FARC en 1964.

Bajo el amparo de dichas doctrinas han regado con sangre inocente colombiana nuestros campos. Porque los muertos son civiles, desarmados, inermes, dizque con el propósito de 'secarle el agua al pez' cuando nosotros sabemos que el pez (guerrilla) es 'anfibio', vive y se mueve en cualquier ambiente de acuerdo con las circunstancias.

Además, bajo el amparo de estas doctrinas se han diseñado y ejecutado todos los planes militares del Pentágono para Colombia. Desde el Plan Laso hasta el Plan Colombia (y sus sucedáneos Patriota y Consolidación).

Si con los Planes anteriores era escalofriante el exterminio de los colombianos por parte de las fuerzas del régimen y su Terrorismo de Estado, con el Plan Colombia la situación es muchísimo más dramática. Miremos en primera instancia las víctimas desde 1986 hasta el 2006 en las modalidades delictivas de masacres, desapariciones forzadas, ejecuciones extrajudiciales, y desplazamiento forzado.








BARCO

86 - 90


GAVIRIA

90 - 94


SAMPER

194 - 98


PASTRANA

98 - 2002


URIBE

2002...


TOTAL

Masacres


264


SD


825


2 137


500


3 724

Desaparición


500


674


1 093


4 123


1 613


8 003

Ejecuciones


SD


7 865


1 386


13 839


5 155


28 245

Desplazados


360 000


297 000


835 000


1 360 000


1 025 155


3940088

VICTIMAS

Conflicto


¿?


14 850


13 635


28 408


11 292


68 185







Mirar estas cifras produce un escalofrío que recorre nuestra columna vertebral.

Si analizamos en detalle la participación de los gobiernos de Andrés Pastrana y Uribe Vélez veremos que el Plan Colombia sólo ha servido para incrementar el exterminio del pueblo colombiano.










1999


2000


2001


2002





TOTAL

Masacres



Víctimas


402



1.863


548



564


643



3.403


544



2.494


2.137



9.917


3.724

Desaparición


457


743


1.565


1.358


4.123


8 003

Ejecuciones


2.555

7xdía


3.406

9,33xdía


3.366

9,22xdía


4.512

12,3xd.


13.839


28.245

Desplazados


288.127


317.375


342.243


412.553


1'360.298


3'940088





Durante la administración Pastrana fueron asesinadas 28.408 colombianos por parte de las fuerzas militares-narcoparamilitares. Como vemos en estas cifras las violaciones de derechos humanos sufrió un incremento notable. A partir del 2000 -año de inicio del Plan Colombia- se realizaron 1.735 masacres (de un total de 2.137 durante la administración Pastrana y de un total global de 3.724 masacres realizadas desde 1986 hasta el 2006); de un total de 8.003 desaparecidos forzosos desde 1986 vemos que durante los tres primeros años del Plan Colombia se realizaron 3.666; y así podemos seguir calculando la participación del Plan Colombia en el desangre del pueblo colombiano.

Durante la administración de Uribe Vélez la situación es más complicada porque los defensores de derechos humanos han sido señalados por el propio presidente como blanco de guerra -como en efecto así son vistos por los militares y narcoparamilitares-, a fin de que no se puedan recopilar las cifras de violaciones de derechos humanos. Sin embargo mostraremos la situación con las pocas estadísticas que tenemos. Durante sus primeros cuatro años se produjeron 500 masacres, 1.613 desapariciones forzadas, 5.155 ejecuciones ejecuciones extrajudiciales y 1'025.155 desplazamientos forzados. Según el Observatorio de derechos humanos durante los primeros 4 años de la administración Uribe se produjeron 11.282 asesinados 'fuera de combate', casi el 90% de ellas realizadas por las fuerzas militares-narcoparamilitares.

Si hiciéramos un consolidado -incompleto- tendríamos que 40.000 colombianos han sido asesinados durante la puesta en práctica del Plan Colombia (y sus sucedáneos, Patriota y Consolidación). De igual manera según Codhes durante el Plan Colombia se han producido más de la mitad de los desplazamientos forzados.

Ante esta situación y en prueba de la criminalidad del Plan Colombia nos atrevernos a preguntarle al candidato demócrata Barack Obama teniendo en cuenta que el también demócrata Bill Clinton fue el prohijador del nefasto Plan Colombia: ¿No es el momento de parar el desangre del pueblo colombiano? ¿No es el momento de parar el Plan Colombia y acabar con los asesinatos realizados bajo el Terrorismo de Estado? ¿No es el momento de que el próximo gobierno de USAmérica se meta del todo y sinceramente en un proceso para alcanzar la tan ansiada paz para todos los colombianos?

Por sus hechos los conoceréis...
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Fracaso rotundo del Plan Colombia

viernes, 20 de junio de 2008

Fracaso cantado. No se puede atacar un problema si no se ataca su causa. La causa –y la demanda- están en los millones de adictos. Las FARC y el narcotráfico. Sus propuesta de solución

ANNCOL

Mayor prueba no puede haber. Imposible. El Plan Colombia es un rotundísimo fracaso para los gobiernos de Estados Unidos y de Colombia. Máxime cuando la pretensión de extender el Plan Colombia allende las fronteras nacionales de Colombia ha encontrado la decidida resistencia de los pueblos de Venezuela y Ecuador y la pretensión de una mala copia con el Plan Mérida en México, que también ha levantado a periodistas y pueblo mexicano.

Las recientes cifras publicadas a nivel internacional nos dan cuenta que durante el 2007, a pesar de la fumigación de miles de miles de hectáreas y el gasto de miles de galones de Glifosato enriquecido, la siembra de la mata de coca creció en Colombia en 27%. Estas cifras son contundentes para un Plan Colombia que ha hecho énfasis en la fumigación y en el componente militar contrainsurgente del Plan –su propósito real-, y no en la solución de los problemas de los campesinos y de los millones de adictos en Estados Unidos y Europa –así digan que el consumo se redujo en el 2%-, que aspiran 600 toneladas métricas de cocaína al año –que no coca-.

Según el general Óscar ‘Cocaína’ Naranjo –apodo ganado porque su hermano paga 6 años de cárcel en Alemania precisamente como narcotraficante, y él no sabía nada, nada-, comandante de la policía colombiana, en “2007 se asperjaron con el herbicida glifosato 153.000 hectáreas de coca y se erradicaron manualmente otras 66.800 hectáreas”. Según la policía colombiana ese año había 86.000 hectáreas de coca sembradas en todo el país. Haciendo unas matemáticas simples se devela el engaño del general ‘Cocaína’ Naranjo.

Si sumamos las hectáreas asperjadas y las erradicadas manualmente nos dan un total de 219.800 hectáreas. Si en Colombia había 86.000 hectáreas, significa que se asperjaron 133.000 hectáreas más de las que ya había, que en gracia de discusión diremos que eran nuevas hectáreas sembradas. Así las cosas, resultaría que ya todas las hectáreas de coca sembradas tenían que haber sido erradicadas por el método que sea.

Pero no. La cuestión es que las 86.000 hectáreas están ahí, más 27% nuevas sembradas, lo que nos dan 99.000 hectáreas. Lo cual significa que la estrategia antidrogas, o como la llaman, ‘Guerra contra las drogas’, o más exactamente ‘Plan Colombia’, es un rotundo fracaso y las cuentas no les cuadran a los funcionarios de un régimen cuyos amigos se lucran con el narco-paramilitarismo. Porque los narco-paramilitares –narcotraficantes, ‘paracos’ o ‘para-políticos’- son los usufrutuarios del tráfico de drogas hacia USA y Europa, ya eso está más que comprobado.

El fracaso del Plan Colombia fue cantado desde su inicio. Parte de premisas falsas. No es posible atacar un problema que nace del consumo -32 millones en USAmérica, incluso informaciones de prensa hablan que el presidente Geroge W. Bush aspira cocaína en la Casa Blanca- y que según la economía de mercado imperante, si hay demanda, hay oferta, solamente desde la perspectiva de la interdicción y producción. Y ante la danza de millones de dólares que ganan los narcotraficantes –no los campesinos-, pues entonces cualquiera se atreve.

Según cifras que manejan expertos, el kilo de cocaína comprado al campesino productor vale 2.000 dólares. El narcotraficante –‘traqueto’, ‘narco’, ‘señor’, etc-, lo lleva de contrabando a USAmérica y Europa, pero en Estados Unidos lo vende al distribuidor en más o menos en 8.000 dólares, y ese kilo produce una ganancia de 20-25 mil dólares expendido en las calles de Nueva York, más de 100.000 dólares expendido en Moscú. Y la verdad es que el 85% de los más de 750.000 millones de dólares que produce el tráfico de las drogas, se quedan en los bancos de USAmérica.

Como se vé, la estrategia del Plan Colombia se traduce nada más en atacar al campesino productor –porque en sus áreas viven las FARC-EP-, que es el eslabón más lábil y débil de toda la cadena. Ahora bien, las FARC ha dicho, y lo han probado periodistas que han vivido en las zonas cocaleras de Colombia, que ellos sólo cobran un impuesto al narcotraficante, y defienden al campesino productor de la voracidad de los narcotraficantes y de las agresiones de la tropa oficial colombiana (ahora con los asesores gringos, que son quienes están dirigiendo el Plan Colombia, o Patriota, o Consolidación, tres nombres distintos de un Plan verdadero). Igual le cobra impuestos el Estado colombiano al narcotraficante cuando compra una casa, una hacienda, un carro, incluso cuando compra ropa o comida (¿De dónde sale la plata para comprar todo eso?).

Pero las FARC-EP han propuesto alternativas reales a la siembra de matas de coca –erradicación manual y siembra de cultivos alternativos- y alternativa real al consumo con su legalización. Ante tales propuestas nadie ha dicho nada. Ni siquiera la ONU, mucho menos el gobierno de USAmérica.

¿Por qué? Porque a USAmérica no le interesa el problema del consumo de cocaína o heroína, menos la producción, más que para mantener una excusa para su más grosera injerencia en los asuntos internos de los pueblos latinoamericanos, y del mundo. Y la verdad es que si no es esta, será cualquier otra excusa. Porque ellos entienden que las excusas son como lo que tenemos todos atrás, que siempre tenemos uno.

Así que excusas nunca le faltarán al imperio estadounidense para agredir a nuestros pueblos! ___________________________________________________________________________

De Marquetalia al Plan Colombia

La guerra permanente en Colombia. Ni un instante de paz

Allende La Paz, ANNCOL

Colombia es un país que siempre, desde la primera independencia hasta ahora, ha estado en guerra. Guerras adelantadas por los sectores pudientes, ahora llamados los ‘ricos’, es decir, la oligarquía, acolitados por el imperio estadounidense, pero que mienten sobre la ‘democracia’ y sus reales intereses al realizar las guerras.


En el siglo XIX debemos recordar la Guerra de la Patria Boba; la Guerra Civil de 1831; la Guerra de los Supremos o de los Conventos 1840; la Guerra Civil de 1851; la Guerra Civil de 1854. La Guerra contra Melo; la Guerra Civil de 1860 – 1862; la Guerra Civil de 1876-1877; la Guerra Civil de 1885; la Guerra Civil de 1895; la Guerra de los Mil Días.

Nueve guerras entre sectores de los ‘ricos’, llámense federalistas, centralistas, liberales o conservadores, que para los efectos son los mismos. Son esos sectores los que adelantan la guerra, lo que un investigador colombiano llama los ‘hacedores de la guerra’, y a ella llevan a los sectores populares como carne de cañón. Es de señalar que en la Guerra de los Mil Días es notoria la presencia de niños combatientes , a ojos vistas de los ricos liberales y conservadores que adelantaron la guerra, lo cual no era ‘mal visto’ por los sectores en el poder y quienes se lo disputaban.

Colombia inició el Siglo XX en medio de la Guerra de los Mil Días, que duró entre 1899 y 1902. Esta guerra, que se puede enmarcar dentro de las demás guerras civiles del siglo XIX colombiano se agravó cuando la dirigencia liberal ordenó a sus casi vencidos ejércitos no rendirse y refugiarse en la guerra de guerrillas , según nos dice Wikipedia.

Lo cual demuestra que los sectores oligárquicos recurren a la ‘ guerra de guerrillas ’ cuando las condiciones así lo ameritan, al igual que en la guerra utiliza todas las fuerzas disponibles, incluso niños , si es necesario o imprescindible. Sin embargo, hoy cuando es el pueblo el que desarrolla la guerra de guerrillas, entonces es un ‘pecado capital’ que viola todo su ‘ordenamiento jurídico internacional’ que siempre ha sido elaborado por los ‘vencedores’ y nunca por los vencidos de una confrontación.

Es más, todo el ordenamiento jurídico ha sido elaborado después de adelantadas las guerras y cometidas todas las atrocidades que en ella cometen las fuerzas militares, o sea, primero cometen las atrocidades –bombas atómicas, NAPALM, agente naranja, bombas inteligentes, bombas racimo, minas antipersonales, masacres, desapariciones, asesinatos selectivos, etc, etc.- y después, a posteriori , viene la legislación internacional, la cual sirve para regular un poco los subsiguientes conflictos, pero cuando necesitan volver a cometer las mismas o peores atrocidades vuelven y violan el mismo ordenamiento jurídico que ellos elaboraron. Ello nos hace recordar aquella máxima de Bertolt Bretch: “ Los demócratas burgueses condenan con énfasis los métodos bárbaros de sus vecinos, y sus acusaciones impresionan tanto a sus auditorios que éstos olvidan que tales métodos se practican también en sus propios países ”.

Así igualmente los sectores poderosos de Colombia han recurrido en ‘hacer la guerra’ para defender sus intereses mezquinos y para ello ha sido capaz de vender su alma al Diablo. Y en la justificación de su egoísta proceder están las ‘amenazas’ o los ‘males’ que como dice Ken Knabb en ‘el placer de la revolución’, “ Si la gente se repliega invariablemente en los males menores, todo lo que los gobernantes tienen que hacer en cualquier situación en que su poder se vea amenazado es conjurarlo con la amenaza de algún mal mayor ”.

De Marquetalia al Plan Colombia

Aún cuando se ha escrito mucho sobre Marquetalia es poco lo que algunos pueblos recuerdan de la épica de Manuel Marulanda, a pesar de los miles de miles de cuartillas emborronadas por los llamados ‘violentólogos’. En nuestro rescate viene un libro del escritor y periodista colombiano Hernando Calvo Ospina, ‘Colombia, Laboratorio de embrujos. Democracia y Terrorismo de Estado’ , que nos lleva con su prosa magnífica y amena por los caminos de la historia colombiana. Unos caminos llenos de sangre inocente.

Los antecedentes del ataque a Marquetalia están claramente descritos en dicho libro, que vienen desde mucho antes del asesinato de Jorge Eliécer Gaitán y se remontan a la masacre de las bananeras y la “ Ley Heroica ”, que obligó a algunos trabajadores de las plantaciones ante el asesinato a mansalva de los obreros a conformar una “ especie de guerrilla y quemaron plantaciones, sabotearon el servicio telegráfico y cortaron las carrileras de la empresa. La zona estuvo militarizada casi un año ” (pág 39), y reseña clarividentemente las palabras de J. E, Gaitán: “ Dolorosamente sabemos que en este país el gobierno tiene para los colombianos la metralla homicida, y una temblorosa rodilla en tierra ante el oro americano ”.

Es de resaltar que entre esos antecedentes estuvo naturalmente el asesinato de Gaitán, la guerra fría, la llamada ‘Violencia’ y el azuzamiento de la guerra por parte de la iglesia católica, las guerrillas de los llanos y su posterior traición por la cúpula del partido liberal, las bandas paramilitares y los ‘pájaros’, el general Rojas Pinilla y su deposición por las cúpulas liberal y conservadora unidas, y posteriormente el asesinato de los guerrilleros que se acogieron a la propuesta de paz engañosa de Rojas y la formación de bandas de ‘bandoleros’, y como figura cimera de la exclusión de los pobres del poder, el Frente Nacional (pacto entre los partidos liberal y conservador para repartirse cada 4 años el poder, con burocracia repartida milimétricamente).

Los cimientos del ‘ enemigo interno’ en Colombia se encuentran en la ‘Ley Heroica’ , promulgada en octubre de 1928, la cual tenía una definición claramente antipopular, de persecución de la protesta social y las ‘ideas socialistas’, todo con el apoyo de la iglesia católica confesional y reaccionaria. Cuando en 1962 llega el general gringo William Yarbourough con sus ‘recomendaciones’ ya los militares y policías colombianos tenían adelantado y recorrido un largo trayecto aplicando el más rastrero anticomunismo y tras de él la mayor antidemocracia disfrazada de ‘democracia’ que continúa con la aplicación de las recomendaciones de Kennedy de su Alianza para el Progreso y la Acción Cívico Militar (ACM).

La ACM fue inscrita en el Plan LASO (Latin American Security Operation), junto con las operaciones psicológicas, Plan dirigido desde el Comando Sur, y en ese mismo 1962 viajan a Colombia a perfeccionar este macabro Plan, con la selección por parte de USAmérica de “ personal civil y militar colombiano para entrenarlos clandestinamente en operaciones de resistencia …” para la lucha antisubversiva.

Se inicia en mayo de 1964 la Operación Marquetalia, a pesar que el general Álvaro Ruiz Novoa dijo pocos días antes en la asamblea de la SAC (Sociedad de Agricultores de Colombia): “ En Colombia existe un estadio de injusticia en la posesión de la tierra y esta situación es la responsable de la pobreza y el atraso del país… ”. Demostrando en la práctica que una cosa es el discurso y otra los hechos.

La Operación Marquetalia fue previamente ‘cocinada’ a través de la prensa oligárquica, especialmente el diario El Tiempo, y el apoyo de la iglesia católica, para justificar la agresión contra 48 campesinos (46 hombres y 2 mujeres!), la cual contó con la total participación militar de los Estados Unidos con utilización de bombas NAPALM y guerra bacteriológica con utilización de la ‘peste negra’, 16 mil soldados y la aviación. Me pregunto: ¿Cuánto costó la Operación Marquetalia?

Inicia la Operación Marquetalia los reveses políticos y militares para los militares y para la ‘clase política’ oligárquica colombiana toda vez que en ocasiones anteriores, en toda la historia colombiana, el pueblo siempre resultaba masacrado y perdedor en las luchas emprendidas por una Colombia mejor, en paz y con justicia social ya que era engañado y manipulado por las oligarquías liberal y conservadora. Desde ese momento, si bien el régimen atacaba y asesinaba las masas populares, recibía por parte de la insurgencia armada golpes que encajaba no muy bien y lo obligaban a decir la famosa frase que hemos escuchado de todos los presidentes a partir del conservador Guillermo León Valencia.

El presidente Guillermo León Valencia inicia un amplio rosario de presidentes repitiendo, como una letanía, sus deseos oníricos: “ Mucho antes de que termine mi gobierno el país estará totalmente pacificado. Esta es una decisión que no vamos a quebrantar por ningún motivo ”, magistralmente reseñada por Hernando Calvo, al igual que los esfuerzos de los militares: “ La Operación Marquetalia fue una acción, auténtica, planeada, diseñada con mucha anticipación […]” pero “al poco tiempo y en vista de las tremendas dificultades del terreno fue creciendo y creciendo el número de bajas del ejército ” (pág. 97), esfuerzos que comenzaron a chocar con la organización popular en armas.

Según nos consigna Hernando Calvo en su libro “ la principal prueba del desastre político y militar del gobierno y su ejército fue la realización de una Asamblea General de Guerrilleros, justamente en el día oficial de celebración de la Independencia, el 20 de julio de 1964 ”. Pero el nacimiento de las FARC como tales fue “ el 27 de mayo de 1964, en el combate de La Suiza, [en donde] surgen las FARC como respuesta a la violencia del Estado. El 27 se produjo el primer combate, en un sitio llamado La Suiza, a mano derecha de Gaitania, un poco más abajo del filo de los Socorreños, sobre la margen que seguía el camino de los indígenas y al otro lado, estaban los colonos de Marquetalia. El ejército se desplegó aplicando nuevas técnicas para tomar el filo arriba de La Suiza, filo de donde dirigieron cuidadosamente el avance. En ese combate se recogieron los tres primeros fusiles ... ”, diría años después Manuel Marulanda.

En ese nacimiento de fuego y muerte, son las tres primeras bajas que les provoca un contingente de campesinos revolucionarios a las experimentadas tropas del régimen colombiano, entrenadas por militares de Estados Unidos y fogueadas en la guerra de Corea. Militares expertos en el arte de la guerra son vencidos por campesinos cuyo arte es la siembra de la tierra, y así han seguido hasta hoy día. Militares expertos en el oficio de matar -y a eso van-, resultan muertos por campesinos que defienden sus vidas. Unos luchan por sembrar la muerte, mientras los otros por sembrar la vida. Y la lucha será sin contemplaciones, sin cuartel, sin descanso. Es la lucha de lo viejo contra lo nuevo. Es una lucha de clases sin tregua.

Nacían las FARC y así como no hace mucho tiempo la organización armada informaba de la realización de su 9ª Conferencia Nacional de Guerrilleros, ésta y aquella fueron realizadas en plenas operaciones militares y sin el conocimiento del enemigo. La realización de estas conferencias guerrilleras marcan un hito histórico y demuestran palpablemente que la organización guerrillera de las FARC continúa adelante con sus planes político-militares. En la primera eran problemas organizacionales de supervivencia como guerrillas los que apremiaban, en su 9ª Conferencia Nacional son de otro tenor las urgencias guerrilleras, pero siempre entre una y otra, por paradójico que parezca, está palpable la propuesta de las FARC de la solución política al conflicto social y armado que sufre Colombia por cuenta de la oligarquía parásita y por el imperio estadounidense, quien mantiene su injerencia nefasta en nuestro país.

Porque siempre desde su nacimiento las FARC han buscado una vía diferente a la armada para dirimir las diferencias entre los colombianos. Pero siempre ha encontrado la agresión y el asesinato a mansalva. Ante sus deseos de paz encuentra la insania de la guerra desatadas por la oligarquía y el imperio yanki.

Han pasado 17 períodos presidenciales. Han pasado incontables cúpulas de las fuerzas militares colombianas. Todos han soñado con ‘ acabar con las FARC’ . Todos han estado, según su particular modo de ver la realidad, en “ el principio del fin de las FARC ”, mas todos pasan, todos terminan sus períodos, algunos mueren, y las FARC están ahí, vencedoras, revolucionarias, diciéndole al mundo que es imprescindible la solución política al conflicto social y armado, que necesitan su concurso.

Planes vienen, planes van. Y en la base de esos planes la Doctrina de Seguridad Nacional (DSN), encayada contra el deseo y querer de los colombianos. DSN que es la línea conductora de la injerencia militar de Estados Unidos. Guillermo León Valencia tuvo su Plan LASO , Julio César Turbay Ayala tuvo su Estatuto de Seguridad , César Gaviria Trujillo tuvo su Plan de Guerra Integral , Andrés Pastrana su Plan Colombia , Álvaro Uribe Vélez (2 períodos), su Plan Patriota y Plan Consolidación –con ‘seguridad democrática’-, continuidad del Plan Colombia.

Cada presidente inicia su cuatrienio con una sentencia: “ Es el Plan más ambicioso de toda la historia de Colombia para combatir la subversión ”. Y siempre con esta frase reveladora muestran quién es el director de orquesta que está detrás: “ Nunca antes Estados Unidos se había metido de manera tan directa en la guerra contrainsurgente en el país ”. Y a cada presidente las FARC les ha lanzado su propuesta de diálogos para una solución política al conflicto social y armado colombiano. Ninguno de ellos ha querido realmente la paz. Sólo la guerra. Una guerra permanente. Y nuestro pueblo ha demostrado que no lo arredran las dificultades.

En diferentes artículos en el pasado hemos abordado el Plan Colombia. Artículos que hemos recopilado en un libro virtual publicado por ANNCOL, Argenpress y la Agencia Bolivariana de Prensa. En ese libro, de acceso y descargue gratuito, está todo lo concerniente al Plan Colombia, que lógicamente seguirá siendo objeto de tratamiento en futuros análisis. Quiero recordarles solamente a los lectores que en los 44 años de planes militares pro-gringos, es muchísima la sangre inocente derramada y muchísimo el dolor causado. La lucha de las FARC que ha enfrentado estos planes es altamente valorada por los revolucionarios de Colombia y el mundo. Y desde la civilidad seguimos desarrollando la combinación de todas las formas de lucha de masas que la realidad ha evidenciado es la táctica adecuada y correcta a aplicar según la realidad colombiana.
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Plan Colombia, narco-paramilitarismo y víctimas

jueves, 28 de febrero de 2008

La presencia militar de los Estados Unidos ha sido una constante a través de la historia de nuestro país. En desarrollo de la progringa doctrina de Seguridad Nacional, Colombia ha sido uno de los mayores receptores de la “ayuda” militar estadounidense en ésta parte del mundo, y ya para el 2000 se convertía en el mayor captador de los recursos gringos.


Por Allende La Paz

Momentos culminantes de la asistencia de seguridad de USA a Colombia (antes del Plan Colombia). (1)


* Colombia fue el 3er receptor más grande en la región de fondos a través del programa de Control Internacional de Narcóticos (INC, siglas en inglés) en 1.996, y el 2o más grande en 1.997. Sin embargo, INC espera que los fondos para Colombia aumenten dramáticamente en 1.998. La ley de apropiaciones extranjeras (P.L. 105-118) instruye al Departamento de Estado para que use U$ 36 millones de la cuenta de INC de1.998 para comprar tres helicópteros UH-60 Halcón negro para la Policía Nacional de Colombia. Un adicional de U$ 14 millones se gastarán para actualizar de 10 a 12 helicópteros UH-1H Huey.
* Junto con Perú, Colombia recibió la asistencia militar antinarcóticos en una autorización especial del presupuesto de Defensa (conocida como “Sección 1033”) entre 1.998 y el 2.002.
* En 1.997, Colombia fue 1ra en la región en la asistencia antinarcóticos a través de la “Sección 1.004” de las cuentas del Departamento de Estado.
* Colombia fue 2a en la región en los acuerdos de Ventas Militares Extranjeras (FMS, siglas en inglés) en 1.996 y primero en 1.997.
* El personal colombiano fue 3ro en la región en asistencia a la Escuela de las Américas (139 estudiantes en 1996, para un 14.8%, y 99 estudiantes en 1997, para un 10.9% del total)

Momentos culminantes de la asistencia de seguridad de USA a Colombia (desde el inicio del Plan Colombia).

Las Tablas que usted puede encontrar en el libro ‘Plan Colombia y Conflicto Interno Colombiano’ –aquí en ANNCOL- nos muestran en cifras los cambios que se han experimentado con el inicio del Plan Colombia. Si bien antes del inicio del Plan ya Colombia tenía una posición privilegiada; apenas iniciado éste, se convierte en el primer país receptor de la “ayuda” estadounidense en la región.

Colombia receptó la mayor ayuda económica y social en el año de inicio del Plan Colombia el 2000, siendo significativo que dicha “ayuda” fue casi exclusivamente para el rubro conocido como INC (Control Internacional de Narcóticos), mientras los otros como Asistencia para el Desarrollo (DA), la CSD (Programa de Supervivencia y Enfermedades Infantiles), la ESF (Fundación para el Soporte Económico) y PL 480, no hayan receptado ni un dólar después del inicio del Plan Colombia en los años 2.001 y 2.002.

También en el plano de la ayuda Militar y Policiva la entrega más alta de recursos se registró en el año 2000, la cual fue realizada a través del INC (Control Internacional de Narcóticos), con una tendencia progresiva desde 1998. Llama la atención el incremento de la ayuda a través del programa IMET a partir de 1998, con 100 estudiantes, lo cual arrojaría un total de casi 500 estudiantes en los últimos años, la mayoría como asistentes a la Escuela de las Américas, centro formador de verdaderos sátrapas.

Este mismo programa –el INC- apoyará el desarrollo del Plan Colombia denominado por el Departamento de Estado Estadounidense como Iniciativa Antinarcótica Andina o ACI en inglés, más conocida como Iniciativa Andina o Iniciativa Regional Andina. La ACI o IRA distribuirá $ 731 millones de dólares en la región. La “ayuda” militar a Colombia se redujo en el 2.002 en un 24%, pero en realidad la asistencia simplemente se ha estabilizado o mantenido y es de resaltar que más del 70% de los programas establecidos por los Estados Unidos para Latinoamérica en el 2.002 beneficiarán a las Fuerzas Armadas Colombianas. (3)

El Plan Colombia fue diseñado como un Plan a ejecutarse en seis años, en tres fases de dos años cada una:

Fase 1, en el Putumayo. Plan Colombia.

Fase 2, en el sur del país, Magdalena Medio y Catatumbo. Llamado ‘Plan Patriota’.

Fase 3, de consolidación a nivel nacional. Llamado ‘Plan Consolidación’.

La Fase 1 se inició el año 2000 en el Departamento del Putumayo, rico en petróleo, y revestía un carácter estratégico pues suponían que el establecimiento de la base de Manta en el Ecuador, facilitaría el aprovisionamiento y apoyo logístico a las tropas. Para el inicio de esta fase destinaron un poco más del 38 % de los recursos del Plan Colombia, o sea, más de 390 millones de dólares para la arremetida en el Sur del país.

Este inicio en Putumayo dejó a las claras cuál era la estrategia de las Fuerzas Militares: utilización del Ejército para aseguramiento del área, con apoyo de la Fuerza Aérea Colombiana, y lanzamiento de fuerzas paramilitares para ejecutar las tareas sucias para “secarle el agua al pez”. Ya es conocido el resultado de dichas operaciones con masacres, ejecuciones y desplazamiento de la población civil, así como la resistencia de las FARC-EP al desarrollar combates sostenidos contra las fuerzas militares-paramilitares del Estado colombiano durante más de tres meses y la consiguiente “salida” de los mandos militares de que se retiraban del Putumayo porque iban a “proteger la población civil”. (Ver en www.anncol.com/ ‘Pollitos en fuga’)

Las verdaderas intenciones de los gringos y la oligarquía colombiana con el Plan Colombia quedaron al desnudo al “pedir” Pastrana al Congreso Estadounidense autorización para que la “ayuda” del Plan Colombia se destinara para combatir la insurgencia con el sambenito de que son “terroristas”, en una argumentación que ni él mismo se la cree, como si la ayuda estadounidense no se hubiera utilizado desde siempre para combatir la guerrilla.

Pero, ¿cuál es el objetivo del Plan Colombia (o Iniciativa Regional Andina)? El verdadero objetivo es desarrollar una guerra semejante a la que desarrolló el imperio en El Salvador. Ello es claro cuando leemos a Joaquín Villalobos: “En El Salvador había un control absoluto del territorio por parte del ejército, mediante una estructura paramilitar de carácter legal. (...) Teníamos un ejército de no más de unos 12.000 ó 15.000 hombres, pero la estructura paramilitar era de 150.000. Con 150.000 hombres desplegados sobre 21.000 kilómetros cuadrados no se movía una mosca sin que el general de turno que teníamos de presidente se enterara.” (4)

Y si comparamos esa realidad con los esfuerzos de darle piso legal al narco-paramilitarismo con las famosas “CONVIVIR” (gobernador de Antioquia), y la propuesta del presidente de las AUC, Álvaro Uribe, de armar un millón de civiles para enfrentarlos a la insurgencia, pues no hay duda de lo que quieren. Máxime si tenemos en cuenta que el ejército oficial, por muy bien armado que esté, adolece de moral combativa para enfrentar a la guerrilla, o si no explícame Juancho, ¿cómo les volaron el Puente en Pitalito si el ejército estaba custodiándolo?

La Fase 2 del Plan Colombia la iniciaron en el 2.002 y abarcó no solamente las zonas contempladas originalmente (sur del país, Magdalena Medio y Catatumbo), sino que se extendió a los departamentos de Antioquia, Chocó y la Costa Norte, encontrando enorme resistencia popular y, dentro de ella, el accionar de la insurgencia contra el ejército militar-paramilitar del Estado. El estado renombró el Plan y le colocó ‘Plan Patriota’.

Allí se inscriben las acciones militares de las FARC-EP contra el paramilitarismo de Estado en el Magdalena Medio, La Gabarra (Catatumbo) y últimamente en los departamentos de Antioquia y Chocó. Confirmándose una vez más, esta vez sobre el campo de combate por organismos internacionales como la ONU, la convivencia siniestra e impúdica de los “paracos” y el ejército oficial colombiano en Bojayá (Chocó) y, si aun quedan dudas, los cadáveres entremezclados de soldados y paramilitares abatidos en combate en Campamento (Antioquia). (Ver www.anncol.com/AndersKompass/14.05.2002).

La Fase 2 y 3 ha continuado ininterrumpidamente por el gobierno narco-paramilitar de Uribe Vélez. Lo han bautizado ‘Plan Patriota’ y ‘Plan Consolidación’, presentado ante los colombianos con frases rimbombantes de ‘hemos estado 2 años paseándonos ante el área rival y es hora de patear al arco’, ‘en la retaguardia de las FARC’, en el ‘corazón de las FARC’, el cual corresponde claramente a la Fase 2.

Como se ve las fases 2 y 3 del Plan Colombia están retrasadas de lo contemplado en el plan original. La única causa es que las guerrillas de las FARC han hecho contención de los planes de guerra imperio-oligárquicos. Ya fue publicado que 10.000 soldados de las tropas oficiales tuvieron que ser evacuados del Plan Patriota dizque por la ‘leishmaniasis’. Excusa a todas luces anodina.

También las informaciones del consolidado de bajas basado en informaciones de las propias Fuerzas Armadas del régimen y las de las FARC que nos da un total de 10.789 bajas y 17.166 heridos en los primeros cuatro años de gobierno de Álvaro Uribe Vélez.

Ahora bien, la Fase 3 comienza con el anuncio del ministro de Defensa de ‘patear al arco’. Es lo que J.M. Santos planteó que el ‘Plan Colombia y Patriota’ habían ‘triunfado sobre las FARC’ y que ahora vendría la etapa de la ‘Consolidación’. La movilización masiva de tropa es su cualidad más resaltante. Ello es claro cuando vemos informaciones en los medios oligárquicos del despliegue de fuerza oficial en el ‘área de liberaciones de retenidos’ por la FARC, con 20.000 soldados en dicha zona. Igualmente en los ataques al Cañón de las Hermosas con 10.000 soldados. Soldados que no impiden el accionar guerrillero y por el contrario atacan es a los campesinos e indígenas, como ha sido denunciado en muchas ocasiones, y lo que es peor es que continúa convirtiéndolos en las víctimas.

De igual manera el aumento del gasto del sector defensa está produciendo que la oligarquía comience a mirar con suspicacia su ‘esfuerzo’ financiero, toda vez que el ‘socio’ principal y ‘promotor’ de la guerra, los Estados Unidos, poco a poco va dejando de lado sus obligaciones con la guerra. (Ver La guerra de Uribe, Allende La Paz).

Salvo las muertes del ‘negro’ Acacio, Martín Caballero, JJ y Cristian Pérez, el gobierno de Uribe no puede mostrar mayores triunfos. Es de resaltar que son golpes que la organización insurgente resiente, lógicamente, pero el objetivo mayor de golpear al Secretariado Nacional de las FARC no se ha cumplido. Mucho menos impedir su accionar militar y político. El gasto de miles de millones de dólares no justifica tan pírricos resultados como lo hemos mostrado en anteriores artículos.

Violaciones de Derechos Humanos durante el Plan Colombia.

La implementación del Plan Colombia ha traído aparejada un aumento inusitado de los casos de violación de los derechos humanos del pueblo colombiano, hasta el punto que Mary Robinson, Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, en el informe presentado al 58º período de sesiones, el cual culminó el 26 de abril del 2.002, no sólo deja claro la conexión paramilitares-militares, sino que considera que “los miembros de los grupos paramilitares no sólo siguen siendo los principales responsables del incremento de las violaciones de los derechos humanos, sino que contribuyen poderosamente a la degradación del conflicto con el empleo sistemático de la violencia y el terror contra los miembros de la población civil en las zonas bajo su control y en los lugares afectados por sus incursiones.” (5)

En la Tabla abajo veremos los cambios en las violaciones de los D.H., en lo relativo a masacres, desapariciones forzadas, desplazamiento interno, ejecuciones extrajudiciales (individuales) y asesinatos de sindicalistas, realizados durante la administración de Andrés Pastrana. Tabla 1



1999 2000 2001 2002 Total

Masacres

Víctimas

% aumento


402

1.863

37%


548

2.564

137%


643

3.043

19%


544

2.494




2.137

9.917



Desaparición

%

promedio/día


457a

137%

1,22


743b

230%

2.05


1.565

397%c

3,51


1.358



2,01


4.123




Desplazados

288.127

Codhes




317.375

Codhes




342.243

Codhes

c,d


412.553

Codhes

h


1'360.298





Ejecuciones

extrajudicial.


2.555

7/día


3.406

9,33/d


3.366

9,22/d


4.512

12,3/d


13.839



Sindicalistas

asesinados


80

CUT




137

CUT




197

CUT




186

CUT




600

CUT


Total 28.408







a. En promedio diario de víctimas en 1999 aumentó a doce: siete personas perdieron la vida en ejecuciones extrajudiciales, una persona fue desaparecida, cuatro murieron en combate. En 1998 el promedio diario fue de nueve.

b. La Defensoría del Pueblo de Antioquia informa que sólo en los primeros seis meses del año 2000 se contaron 520 casos de desaparición forzada en ese departamento nativo del hoy presidente de las AU, Álvaro Uribe. Según informe de El Espectador en el 2.000 hubo “cerca de 800 desaparecidos” por lo que puede haber un subregistro en las cifras de las diferentes ONG’s.

c. El 40 % de los municipios del país ha sufrido desplazamientos forzados de su población en los últimos cuatro años. El Espectador habla de 310 mil desplazados.

d. CODHES calcula en más de un millón el número de víctimas en los últimos cinco años (en 2002).

e. Cifras de Asfaddes. La Fiscalía General de la Nación contabilizó 3.143 denuncias, menos 1.357 casos resueltos arroja un total de 1.786 desaparecidos. % comparado con 1998.

f. 318 nuevos municipios fueron afectados por los desplazamientos que sumados a los 400 afectados en los años anteriores, arroja un total de 718 municipios. La RSS estima que el número de personas desplazadas por día fue de 352 en el 2.000, incrementándose en el 2.001 a 421.

g. Cifras del Informe 2002 de Amnistía Internacional.

h. Entre el 1° de enero y el 31 de marzo de 2002, al menos 90.179 personas fueron desplazadas en Colombia. En este primer trimestre del año 2002 se mantiene el dramático promedio de mil desplazados cada día, 42 personas cada hora, un hogar cada diez minutos (Codhes).



Escalofriantes cifras en materia de Derechos Humanos durante la Administración Pastrana en aplicación del Plan Colombia:

1. El Plan Colombia se traduce en un aumento del 146% en las víctimas de masacres, 127% durante el año 2000, respecto al año de 1998 (último año de la Administración Samper) y un 19% más en el 2001 respecto al 2000.

2. Durante la Administración Pastrana 9.917 personas fueron asesinadas en 2.294 masacres, más del 85 % perpetradas por el paramilitarismo y agentes del Estado.

3. Las desapariciones forzadas aumentaron con el Plan Colombia un 567%, 474 % más durante el año 2.000, comparadas con 1998, y en el 2.001 alcanzaron un 93 % más que en el 2.000.

4. Se produjeron 3.203 personas víctimas de desaparición forzada durante la Administración Pastrana.

5. Durante el año 2000 -año de inicio del Plan Colombia- el desplazamiento forzado interno alcanzó cifras similares al año 1998, mas de 300.000 desplazados, considerado uno de los más dramáticos.

6. Con el Plan Colombia, el número de eventos que ocasionaron desplazamiento forzado aumentó en un 118% en el 2.001.

7. En total Pastrana deja casi un millón de nuevos desplazados, consolidándose un total de más de 2’700.000 desplazados forzados en los últimos 15 años ¿hasta 2002?

8. Las ejecuciones extrajudiciales pasaron de 0.5 por día en 1998 a 8 por día en el 2000, a 9.22 por día en 2001, a 12.3 por día en 2002, en una muestra de la orgía de sangre en la que ha sumido el Plan Colombia al pueblo colombiano.

9. Pastrana deja la triste marca de un sindicalista asesinado cada tres días, o sea, 115 en el 2.000, 173 en el 2.001 y 70 en los primeros 4 meses del 2.002 !!!

10. Pastrana tiene en su haber la escalofriante cifra de más de 28.408 colombianos asesinados durante cuatro años de gobierno (en masacres, ejecuciones extrajudiciales y desaparecidos).



Administración Uribe Vélez







2003 2004 2005 2006 Total

Masacres

Víctimas

% aumento


317

1.440




102

462




¿?






¿?






419

1.902



Desaparición

%

promedio/día


461

CPDH




139x

CPDH




35

01-06




¿?






635

1.613*


Desplazados

207.607

Codhes






287.581

Codhes






310.237

Codhes






219.730

Codhes






1'025.155

3'940.008

5'440.008

z.

Ejecuciones

extrajudicial.


3.330

>52%


818

Cinep


1.037

Codhes
¿?

5.155



Sindicalistas

asesinados


94

CUT


96

CUT


70

CUT


72

CUT


332

2.515 tot
Total 11,382





x. En la primera mitad de 2004 se dio muerte o se hizo “desaparecer” al menos a 1.400 civiles. Amnistía Internacional.

y. El Observatorio de Derechos Humanos informó que 11.382 personas fueron asesinadas fuera de combate durante los primeros 4 años de la administración de AUV.

z. Acumulado histórico que sumados a los 1’500.000 desplazados que no denuncian tal condición por temor nos arroja la cifra de 5’440.008

+ Consolidado de la CUT desde 1.986-2006.

* Comisión Colombiana de Juristas.



Como se vé durante la administración de Uribe Vélez ha continuado el masacramiento de los colombianos. Con el agravante de que los defensores de derechos humanos han sido convertidos en blanco militar por los contínuos señalamientos por parte del propio presidente de la República y por funcionarios gubernamentales. Sin embargo, a pesar de la siempre perenne incompletitud de la recopilación de casos, el Observatorio de Derechos Humanos –que agrupa las ONGs de Derechos Humanos-, informó que durante el primer cuatrienio de Uribe han sido asesinadas 11.282 colombianos ‘fuera de combate’, 85% de ellas imputables a las fuerzas militares-narcoparamilitares.

Es de resaltar que las fuerzas militares recurren a estratagemas, ante el requerimiento del presidente por resultados, como la de los ‘falsos positivos’, en los cuales se asesinan campesinos e indígenas y son vestidos de camuflado, mostrándolos como ‘guerrilleros dados de baja en combate’. En tanto las bandas narco-paramilitares adelantaban desde las zonas despejadas de los Ralitos el asesinato de 3.800 colombianos, desde cuando comenzó a operar el llamado ‘proceso de paz’ con los narco-paramilitares.

En este orden de ideas, es completamente justificado y correcto el accionar de la guerrilla colombiana al combatir los paramilitares, -sean “civiles” o militares-, ya que el combate contra éstos es el combate contra el Plan Colombia o Iniciativa Regional Andina, es enfrentar la política de sangre y fuego que el imperio ha diseñado para sojuzgar a los pueblos latinoamericanos, especialmente al colombiano, el cual es puesto en práctica por la demencial oligarquía colombiana.

De igual manera, queda plenamente justificada la lucha que adelantan las FARC-EP contra el Estado colombiano en su conjunto, máxime cuando muchos de sus representantes del poder legislativo, judicial y gubernamental, están comprometidos hasta los tuétanos con el narco-paramilitarismo. O si no, Juancho, que lo digan el 35 % de los parlamentarios electos por los “paracos”. O sino que lo digan los 22 parlamentarios presos y los más de 53 investigados por la Corte y la Fiscalía. Que lo digan los gobernadores, alcaldes, presos por la misma causa.

Para finalizar tenemos que decir que no es que ‘los políticos hayan cooptado a los paramilitares’, sino que fue una directriz imperial al Estado para que sus poderes Ejecutivo, Legislativo, Judicial y su aparato represor, elevaran el narco-paramilitarismo a las máximas instancias del poder. El Plan Colombia en sus diversas fases fue –y es- una muestra de esa narco-paramilitarización del Estado.

Narco-paramilitarización que ha hecho del pueblo colombiano la víctima de unas políticas diseñadas en los centros de poder imperiales y que se remontan a inicios de la década de los 60. Desde entonces el pueblo colombiano está sufriendo un martirologio inmisericorde el cual no cesa.



El Libertador Simón Bolívar dijo:
”Observaréis muchos sistemas de manejar hombres, mas todos para oprimirlos; y si la costumbre de mirar al género humano conducido por pastores de pueblos, no disminuyese el horror de tan chocante espectáculo, nos pasmaríamos al ver nuestra dócil especie pacer sobre la superficie del globo como viles rebaños destinados a alimentar a sus crueles conductores”.Discurso ante el Congreso de Angostura, 15 febrero de 1989.


Citas:
1. Isacson A. y Olson 1. J. Just the Facts. Editado por the Latin America Working Group. 1998.
2. 2. Salgado Tamayo M.M. Del plan Colombia a la Cruzada Libertad Duradera. Ediciones La Tierra. Quito, Ecuador. Marzo del 2002.
3. 3. U.S. Military and Police Aid: La Ayuda Propuesta para el 2002 (última revisión 13 de mayo del 2001).
4. 4. Villalobos J. Colombia Vs El Salvador. Revista Semana. Enero 7, 2.002
5. 5. Robinson M. Informe de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos sobre la situación de los derechos humanos en Colombia-58o período de sesiones.

(Ver en http://www.derechos.org/nizkor/colombia/doc/inforobin02.html)
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El asesinato de campesinos, ‘falsos positivos’ y Plan Colombia

lunes, 31 de marzo de 2008

El Washington Post publicó la semana pasada un artículo sobre las ejecuciones extrajudiciales de campesinos, los cuales posteriormente eran mostrados por las fuerzas militares como ‘guerrilleros dados de baja en combate’.

ANNCOL

Imagínense si el problema no es grave que llega a las páginas de un diario de Estados Unidos y a través de su artículo muestran su enorme preocupación por esta modalidad de violación de derechos humanos. Modalidad que los colombianos llamamos ‘falsos positivos’, es decir, las fuerzas militares y de policía presentan estas violaciones como positivos ante el requerimiento del gobierno de mostrar resultados porque es muchísimo el dinero que les invierten -6,5 % del PIB-, una cifra nunca vista en Colombia, y muy superior a la de todos los países en gasto militar.

Pero enseguida saltan los funcionarios estatales. El ministro del interior, Carlos Holguín Sardi, muy conocido por sus relaciones con la Casa Estrella de los narcotraficantes Grajales de Cali, salta a descalificar la publicación gringa. Ahora es tendenciosa y malo que el diario estadounidense diga esas cosas. Y su descalificación es simplista. Pobre. Estúpida.

Nos hubiera gustado sí que el diario estadounidense hubiese profundizado más en las causas de tal situación y ubicar la base de todo el problema que es la nefasta injerencia de los gobiernos de Estados Unidos en la vida de Colombia y demás países latinoamericanos, y develar que el Plan Colombia es parte fundamental de esa injerencia.

Queremos reproducir un artículo de Allende La Paz al respecto para que refresquemos nuestra memoria:

Ejecuciones extrajudiciales: la mano negra del Estado y el imperio



Allende La Paz

miércoles, 23 de enero de 2008

El estado colombiano es un violador de los derechos humanos de los colombianos. Siempre ha sido así. Siempre ha violado esos derechos, pero en determinado momento privilegia una u otra forma de violación de esos derechos.

Durante la administración de Uribe Vélez se han violado todos los derechos humanos, desde masacres, desapariciones forzadas, ejecuciones extrajudiciales, y desplazamiento forzado.

Ya adelantaron el genocidio de la Unión Patriótica y continúan matando los que pertenecieron a la U.P. para que ‘no levanten cabeza’. Durante la administración Uribe Vélez han sido asesinados más de 150 miembros del PCC y la UP, y el asesinato de Alirio Quiñónez –secuestrado en Venezuela, en donde estaba exiliado, y traído a Colombia- es una prueba de cuán asesinos son las mentes criminales de Uribe Vélez y los mandos militares.

El investigador de esta modalidad delincuencial, Domínico Nadal, quien en razón de su oficio conoce el tema, nos decía que “la oligarquía colombiana ‘combina todas las forma de lucha contra el pueblo’ y cuando las otras ‘formas’ le fallan recurre a la eliminación física de los contradictores, sean políticos, comunales, mujeres, estudiantes, o sindicalistas”.[1]

Pero ¿qué es una ejecución extra-judicial? Entendemos que hay ejecución extrajudicial cuando un servidor público ocasiona la muerte de una persona como castigo por sus opiniones o actividades políticas, por su raza, sexo, color, idioma o religión, o cuando una persona es muerta por un particular que actúa bajo el mando o con la complicidad de un empleado oficial.

Algunos investigadores consideran que en un Estado como el colombiano, en donde no existe la pena de muerte, se debería hablar más bien de "homicidios gubernamentales". Y es diciente el nombre que le han dado, ejecuciones extra-judiciales, en un país como Colombia en donde no está aprobada la pena de muerte legalmente, pero el estado diariamente la aplica con su Terrorismo de Estado.

En Colombia este fenómeno criminal adopta dos clases: Homicidio político y homicidio depurativo. Baste recordar como ejemplo del primero el genocidio de la U.P. y de miles de luchadores populares, sindicales, religiosos, etc, y, como ejemplo del segundo, los miles de asesinatos de "desechables", integrantes de comunas populares, pandillas juveniles, mendigos, prostitutas, “gays”, en hechos cotidianos que hacen su valoración cuantitativa casi imposible por la recurrencia de los homicidios en tiempo y lugar a lo largo y ancho del país.

Y dentro de la ejecución extra-judicial, el asesinato de sindicalistas es un rubro grande. Allí están no sólo las ‘manos negras’ de los empresarios nacionales que exigen que el Estado lleve adelante tal política, sino que también está la ‘mano negra’ de las multinacionales como Chiquita Brands, Coca Cola, Nestlé, Drummond, etc, que pagan a los brazos ejecutores del Terrorismo de Estado, los militares y narco-paramilitares.




Gaviria

90-94


Samper

94-98


Pastrana

98-2002


Uribe

02-06


Uribe

06-…


Total

Ejecuciónextrajudicial


7.865a


6.831a


13.839


5.155


¿?


33.690

Sindicalistas asesinados


518


795


600


282b

328c


10?


2.251

a. Cálculos de Piedad Córdoba. www.derechos.org/nizkor/colombia/doc/cordoba.html

b. Cálculos de la Central Unitaria de Trabajadores, CUT.

c. Mis cálculos personales.



Impunidad. A pesar de las cifras mostradas antes, en Colombia reina la impunidad total no sólo para esta violación de derechos humanos, sino para todas. Ha sido también una característica que el Estado quiera hacer recaer la culpa en otros, por ejemplo los narco-paramilitares, para así lavar su cara y mostrarse como un luchador por los derechos humanos.

¿Cuál es el hilo conductor del asesinato de sindicalistas y demás? Nadal nos lo dice categóricamente: “a los sindicalistas los asesinan desde el Estado. Su asesinato proviene de órdenes impartidas desde el gobierno a las fuerzas militares y de éstos a sus brazos ejecutores, los narco-paramilitares, cuando no eran los mismos militares disfrazados de narco-paramilitares”.

¿Y a quién o quiénes benefician tales políticas criminales del gobierno? Volvemos al artículo de Nadal por lo esclarecedor: “No podemos explicarnos los asesinatos de los sindicalistas como algo ligado al conflicto armado. Hay una larga historia de violaciones a los derechos humanos de los sindicalistas que muestran que estas violaciones no son debidas a ‘una violencia difusa e indiscriminada’, como bien dice la CUT, sino que están siempre ligadas a las luchas por sus derechos laborales que adelantan los trabajadores, sean paros, huelgas, negociaciones colectivas o creación de sindicatos.

…Los empresarios presionan al gobierno para que adelante el exterminio de los sindicalistas, cuando no son ellas directamente las que financian y les ordenan a las bandas narco-paramilitares el asesinato de los sindicalistas. El exterminio de los sindicalistas le significa a los empresarios pingües ganancias, razón por la cual son ellos los primeros patrocinadores de la guerra en Colombia y sus primarios beneficiarios, buscando con ello la anulación de las conquistas laborales de los trabajadores, sus acciones de lucha por sus reivindicaciones más sentidas y el borramiento de la legislación colombiana los derechos laborales.

…Detrás de todo ello, claro está, permanece el imperio estadounidense que adelanta sus planes de guerra contra el pueblo colombiano, Plan Colombia, para imponerles sus tratados comerciales –ALCA, TLC, etc- y continuar chupando nuestros recursos naturales y la sangre de nuestros trabajadores”.

La impunidad de estos delitos es total. Los capos sicariales narco-paramilitares están dándose la gran vida en las cárceles de ‘alta seguridad’ en pago por ‘los servicios prestados a la patria’, cumpliendo penas irrisorias. Sin embargo, ahora vemos a los grandes medios burgueses ‘denunciando’ que no hay ‘presos’, pero es de dientes para afuera. La denuncia de los sindicatos colombianos en el extranjero, especialmente en USA, produce movimientos en el interior de Colombia y los funcionarios gubernamentales y judiciales –Físcalía, etc- emprenden ‘exhaustivas investigaciones’ que ya los colombianos sabemos a dónde llegarán: A Nada.



Simón Bolívar:
La justicia es la reina de las virtudes republicanas, y con ellas se sostienen la igualdad y la libertad.
(Discurso en Bogotá, 18 de ene. 1815)



Gobierno Nuevo. La verdadera solución a estas graves violaciones de los derechos humanos y a la impunidad reinante en Colombia es construir un Gobierno de Reconstrucción y Reconciliación Nacional, que resuelva políticamente el conflicto interno y pase a convocar a todos los colombianos a la Nueva Colombia, en paz con justicia social, libertad, independencia y soberanía nacional. Sólo de esta manera superaremos la negra noche a que nos han conducido

Citas:
[1] Sindicalistas y Terrorismo de Estado en Colombia. Nadal D. 14.05.2007
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